lunes, junio 20, 2016

SEGÚN QUIEN LO DIGA

Nadie se sorprende que en La Matanza la forma de gobierno sea la diarquía, hasta que los diarcas se contradicen entre ellos


El 29 de agosto de 2015 Diego Sehinkman (La Nación) le preguntó a Verónica Magario qué porcentaje de agua potable tenía La Matanza. “Hoy toda La Matanza tiene agua potable. ¡El 100%! ¡El 98%! Me falta un 2% que estamos terminando”, respondió la por entonces candidata a Intendente por el Frente para la Victoria.

Pero 26 de mayo último, 271 días después, Fernando Espinoza, en diálogo con Raúl Kollmann (Del Plata), la desmintió: “Nosotros somos 2 millones de habitantes… la mitad no tenía agua, hoy tiene… el 95 por ciento de La Matanza”.

En ese mismo reportaje, el jefe de Asesores de la Intendente de La Matanza regresó a la tapa de todos los medios nacionales con otro exabrupto: “Lo nuevo, que todavía no explotó pero va a explotar en… calculo que en 15 días más… están empezando a llegar las facturas de agua con un… hasta mil por ciento”.

Pero 24 días después —26 de junio de 2016—, entrevistada por Javier Fuego Simondet (La Nación), Magario impugnó los dichos de Espinoza: “Estallido no va a haber, son tiempos muy distintos a 2001”.

“Aunque digan la verdad...” 

Las contradicciones no se limitan a los “jefes comunales”, por la minoría oficialista el voluble Carlos Gdansky no quiso ser menos.

El 6 de junio último, en el acto realizado en el Centro Cultural Valentín Barros, en San Justo, el Movimiento de Integración Peronista (MIP) y Magario acordaron implementar un plan de acción conjunta para luchar contra “el plan económico de (Mauricio) Macri”.

Esa noche la Intendente de La Matanza criticó duramente al Gobierno Nacional. “Hoy hay hambre en este Distrito. Hoy se generaron más de 15 mil despidos en La Matanza y tengo 150 mil personas que piden comida…”, afirmó.

Tres días después, entrevistado por Gabriel Puebla (Quinto Poder), Gdansky destacó: “De acuerdo a los datos establecidos por la propia compañera Magario, estamos en una situación donde hay fácilmente 160 mil personas con una necesidad concreta de alimentación”.

Pero el aumento de casi el 7 por ciento que aplicó el dirigente metalúrgico matancero en el cálculo de probabilidades fue minimizado por el espinozismo y el magarismo. Estadísticas en mano, unos aducen problemas de memoria en el dirigente, normal del envejecimiento; otros que no escuchó a la Intendente cuando le hablaba al público; mientras las malas lenguas remarcan que la sigla MIP proviene de “Mala Interpretación Peronista”.