miércoles, mayo 23, 2012

Ramos Mejía: Padres en alertas por una antena en el Colegio Don Bosco

Vecinos se encuentran movilizados para impedir la reinstalación de una antena de telefonía celular dentro del predio del campo de recreación que tiene el Colegio Wilfrid Barón, Don Bosco de Ramos Mejía.




Se trata de una antena de telefonía celular que se instaló en el predio del establecimiento en 1996. Durante el temporal del 4 de abril, la misma cayó. Padres de alumnos y vecinos de la zona se niegan a su reinstalación. Piden “que no siga perdurando el beneficio económico por sobre la salud de los niños”. 

Padres de alumnos y vecinos del Colegio Don Bosco de Ramos Mejía iniciaron una cruzada para impedir la reinstalación de una antena de telefonía celular que se encontraba en el predio de ese establecimiento y que cayó durante la tormenta del 4 de abril último. 

Se trata de una antena de la empresa MoviStar, que fue instalada en 1996, a través de un contrato de renta con los propietarios de la Institución Salesiano, incumpliendo con normativas municipales. El contrato inicial era valido por un periodo de 10 años y fue renovado en medio de numerosas irregularidades. 

La antena se encontraba dentro del predio del campo de recreación que tiene el colegio Don Bosco, ubicado en Brandsen y Pizarro. La antena funcionó hasta el 4 de abril, dentro de un establecimiento, a pesar de que la Ordenanza Municipal N° 14.902, promulgada el 7/12/2001 en su Art. 17 dice: “no podrán instalarse antenas de emisión y/ o retransmisión ni antenas que operen a más de 800 MHZ y/ o emisoras de radio y TV, en un radio menor de 150 metros de hospitales, escuelas, sanatorios o clínicas médicas”. 

Pero no lo solo las normativas municipales avalan la postura de los padres y vecinos. La Organización Mundial de la Salud (O.M.S), en su artículo 16 deja expresado que en las zonas C1 y C2 se prohíbe la instalación de antenas con emisión y/o transmisión por la alta densidad de población en esas zonas. 

Según manifestaron los vecinos de la zona tras el temporal del 4 de abril, “el colegio lo permite porque le pagan mucha plata por año a cambio del permiso”. En tanto, los padres de los alumnos que asisten al establecimiento, piden “que no siga perdurando el beneficio económico por sobre la salud de los niños”. 

Para formalizar el reclamo, el 12 de abril último, un grupo de padres entregaron una carta al intendente Fernando Espinoza, solicitando su intervención para impedirla reinstalación de la antena. El reclamo de los padres no surgió tras la tormenta, durante la cual la antena cayó, provocando la destrucción de un quincho e hiriendo a dos personas que se encontraban allí. 

Sino que el estado de alerta tiene una fuerte base en los perjuicios para la salud que la radiación de este tipo de artefactos produce, y que son considerados nocivos para la salud. De hecho, en la zona se registraron casos de cáncer de distinta magnitud, cuestión que alarma enormemente a la población. 

El relevamiento a través del cual llegaron a esa conclusión fue realizado por padres de alumnos del colegio y vecinos de la zona. Sin embargo, el representante legal del establecimiento le manifestó a un grupo de padres, que “no comparte” dicho criterio. El contrato vigente en la actualidad fue renovado en 2007 y por un lapso de 10 años más, a pesar de las normativas municipales.